lunes, 16 de julio de 2012

EL BOOM DE LA CRITICA DE CINE AUTOGESTIVA.





No es una novedad: la era digital promueve la autogestión, el “hazlo tú mismo” y con los recursos que tengas a mano. En ese mundo paralelo que es la red hay un “boom” de reseñistas, críticos, comentaristas, opinólogos del cine a los que sólo les hace falta filmarse con su camarita de bolsillo y colgar su parecer. Aquí HC presenta un Top Five de este universo amateur de cronistas cinematográficos.
Por Eduardo D. Benítez
Los criticones.net
Son, en general, dos flaquitos fumeteados en pantalón corto y chancletas. A veces reciben como invitados a algunos amigos a los que ni siquiera les gusta el cine, ni saben porque están presentes en el programa. Las críticas son enrevesadas y hay muchos tiempos muertos en la oralidad de los muchachos insuflándonos de cierto suspense por conocer de qué se tata la película comentada. Pero no todo es cinefilia en la vida de los Los criticones, también funcionan como un grupo de masonería decadente que reflexiona sobre la amistad y demás temas trascendentales, al punto de haber creado una a sección especial sobre cómo conquistar chicas!
www.youtube.com/watch?v=RAaWb66RTW8&feature=results_video&playnext=1&list=PLC44D172C9ABC6BE1
 Cinenrredo
De modo exaltado, el slogan reza: “cine, información, parodia y tonterías = Cinenrredo”, pero habría que agregarle “humor berreta y obsecuente furor por Norteamérica” como cualidades nutricias de su show. Conducido por “El Calo”, un joven entusiasta que grita y gesticula como esos insoportables presentadores de MTV, Cinenrredo ostenta un trabajo de producción que muchos envidian: videographs que se suceden rápidamente uno tras otro mientras nuestro presentador vocifera y alguna cita audiovisual donde se parodian las películas criticadas. 
www.youtube.com/user/cinenrredo
Platos de película
No pretenden hacer estrictamente críticas de cine, sino un homenaje con sello de “bon vivant” al séptimo arte. Son, como ilustra la bajada de su sitio, “dos pibes cocinando en un sótano” que recrean “momentos gastronómicos” de películas como Pulp Fiction, Ratatouille o El padrino. Mucho relax, algunas conversaciones que se dejan escuchar con gusto y cierta gracia. Envidiable, la especial habilidad del dueto para cocinar sobre una mesa ratona y graficar las películas homenajeadas, haciendo surgir un televisor desde dentro de una heladera!
platos.ciervoconmonoculo.com.ar
Felisa critica.
Seguramente la más conocida de las comentaristas de cine que proliferan en la web. Felisa es la tía argenta que nos invita a tomar el té y a notificarnos semanalmente sobre su experiencia en las salas: básicamente practica un abundante visionado de películas nacionales. Nos mira a los ojos, nos cuenta obsesivamente la trama de cada película que comenta y se indigna si una escena es demasiado violenta o subida de tono haciendo uso de un doñarosismo inspirado, interpretativo, meloso y querible.
www.youtube.com/watch?v=cecC_ZqFwpY
Freedomguy55
Por la iluminación mortecina, el audio de extramuros y el decorado despojado de todo atractivo, la primera impresión que tenemos al ver a Freedomguy es la de estar presenciando el comunicado clandestino de Al Qaeda o el adiós a un amor despechado los minutos antes del suicidio. Pero no es nada de eso, el muchacho habla casi confesionalmente sobre estrenos americanos acercándose cada vez más a la cámara. ¿Será un rapto de pasión o nos estará pidiendo ayuda?
http://www.youtube.com/user/freedomguy55
 Nota publicada originalmente en Revista Haciendo Cine.

miércoles, 4 de julio de 2012

MAESTROS DEL CINE (CAHIERS DU CINEMA)




La versión española de la revista Cahiers du Cinema impulsa la colección de libros Maestros del Cine, con un puñado de títulos dedicados a célebres directores de la historia del cine mundial.  

Por Eduardo D. Benítez

“El más constante privilegio que se atribuye a los maestros es sin duda que saben ver cómo se pone todo a su favor. Incluso los defectos más simples” dice Jacques Rivette en 1953 en una crítica para Cahier titulada Sobre la invención. En ese texto –que adquiere un tono pasional y algo indulgente propio del fervor de una época rubricada por la política de los autores- se exponía una especie de elogio incondicional y acrítico a un desparejo film de Nicholas Ray y por carácter transitivo a su “autoría”, a su sello de “maestro”. Hoy, sesenta años después, es con ese mismo registro de adoración y exegesis del “genio sin parangón” que se presenta a los directores incorporados a la serie Maestros del Cine. 

  Ideada hace unos años atrás por la versión original (la francesa) de Cahier du Cinéma, la serie Maestros del Cine que hoy se publica en español, tiene como propósito difundir vida y obra de los más destacados autores (tanto clásicos como modernos) del séptimo arte. Presentada en un formato que recuerda al de los catálogos de arte, conformados por un rico y valioso material fotográfico, la colección introduce de manera sintética (son volúmenes de 100 páginas promedio) pero no por eso poco rigurosa al universo estético de una selección cinéfila de pesos pesados. A saber: Hitchcock, Spielberg, Almodóvar, Kubrick, Scorsese, Eastwood, Lynch, Coppola, Tim Burton, Woody Allen, Welles y Chaplin, Billy Wilder. 

Como se evidencia, la lista es heterogénea: clásicos popes de la autoría (Hitchcock), artesanos más ligados a lo independiente (Lynch) y asalariados de la factoría audiovisual (Spielberg). Quienes nos introducen a las trayectorias filmográficas de esos doce cineastas son colaboradores actuales y legendarios de la revista parisina. Podemos esperar, entonces, una extraña combinación entre un registro introductorio de los personajes y un análisis estético más cercano a lo sesudo. Es el caso de dos de los más refinados tomos de la serie: el que corresponde a David Lynch escrito por Thierry Jousse y el que escribe Stephane Delorme acerca de Francis Ford Coppola.

Hay que agregar al combo una suma de datos curiosos de rodaje, y algunas valiosas entrevistas aparecidas en números viejos de los Cahier. En el apéndice existe una nutrida información para el lector no avezado que induce a complementar la lectura central de cada tomo: una cronología de vida de cada director, una exhaustiva lista filmográfica con sus rigurosas fichas técnicas y bibliografías sugeridas para seguir explorando. Con una elegante edición y de la mano de las más celebradas plumas de la crítica cinematográfica, la colección Maestros del Cine propone un programa difícil de rechazar.

Reseña publicada originalmente en Revista Haciendo Cine