miércoles, 4 de agosto de 2010

AMASALA!


Por Eduardo D. Benitez

Herminio -el pato justicialista- exhibe su vello púbico, una bombilla de mate chupa hombres, una mujer da a luz por la boca: bienvenidos al alucinante y absurdo universo de Amasala, el libro compilatorio de los delirios historietísticos que Gustavo Sala publicara en el transcurso de doce años (1998 a 2010). Es que el marplatense está en su mejor momento y no puede parar. Por eso nos hace esta invitación de reunión tribal a través de una antología que reúne trabajos publicados en fanzines, revista Fierro, Lule Le Lele y suple NO de Página/12.

Devorador de estilos y modelos, ese arte antropofágico de Sala se nutre de universos algo disímiles entre sí pero de ninguna manera inconexos. En sus cuadritos resuenan la desmesura de Podetti, el dibujo histriónico (¿histérico?) y recargado de Peter Bagge, e incluso el humor desencajado de un Peter Capusotto: una hermosura de mezcolanza que culmina en el escupitajo de una mirada personal  ante un mundo patas para arriba.


Y si miramos con atención sus viñetas, el culo de ese mundo puede ser un paraíso perdido donde extraviarse y perder los prejuicios. El más bello atentado al sentido común. No parece sencillo hacer de lo escatológico un lugar donde hallarse a gusto, sin embargo el autor de Amasala nos ofrece su pequeño mundo pagano para que podamos perdernos en los laberintos alucinatorios de nuestra mente y a cambio nos arranca "una risa -como dice Damián Dreizik en el prólogo- demente, avasallante que oficia de alivio ante los ardores monotributales."

Reseña publicada originalmente en HC de Agosto 2010

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