sábado, 16 de octubre de 2010

SAMPLEO DE PELÍCULA (S)



La colección Roja & Negra -dedicada a la novelística policial y dirigida por Rodrigo Fresán- lanza Sospechosos, una sorpresa literaria donde es posible elucubrar el cruce entre los personajes de Chinatown, Casablanca, Corredor sin retorno y un sinnúmero de etcéteras cinéfilos.

Por Eduardo D. Benitez

En el prólogo de Vidas imaginarias –libro ampliamente encumbrado por Borges-, el francés Marcel Schwob declara sus principios estéticos: “la ciencia histórica nos deja en la incertidumbre en lo que se refiere a los individuos. No nos revela más que los momentos precisos en que participaron de la acción general”, y afirma que -por el contrario- “el arte discurre a la contra de las ideas generales: no describe más que al individuo, no desea sino lo único. No clasifica: desclasifica." Con esa misma impronta desclasificatoria -que juega con la descripción de los datos menos relevantes y cotidianos del individuo-personaje- el norteamericano David Thomson edifica su mitología cinematográfica en sentido inverso al del diccionario enciclopédico. Sospechosos hace gala de un arte de la nómina  que reinventa la imaginación histórica del policial abriendo pliegues donde lo ficcional y lo real se entrecruzan.

                Sin embargo allá por los ochenta, cuando la idea del libro estaba recién germinando, este crítico de cine del New York Times y conocido en el mundo de la ensayística por su libro The Biographical Dictionary of Film (1975) comenzaría elucubrando un diccionario de personajes del cine policial a la medida de su antojo pero de registro convencional. Luego la idea iría mutando hasta dar cuerpo a una obra más compleja que hoy conocemos como Sospechosos

De esta manera David Thomson desempolvó de su biblioteca, la momificada biografía de actores y personajes del cine noir profundo, y fantaseó un libro en el que los géneros y registros de escritura celebran la posibilidad de una fiesta de la mezcolanza. Crítica e historia del cine, relato ficcional y enciclopedia se enhebran aquí para dar vida a un libro mutante y exquisito. A partir de la voz de un narrador -cuya identidad y peso en el hilo del relato conoceremos sólo al final- se narran las vidas imaginarias de un sinnúmero de personajes de ficción. La comunidad noir se despliega sin prejuicios en las más de cuatrocientas páginas que componen el libro. Pequeñas biografías falseadas y expandidas donde personajes  como Jack Torrance de El resplandor o Vivian Sternwood de El sueño eterno se entrecruzan y tejen relaciones insospechadas a los ojos del entrenado cinéfilo.  Si en la pantalla se encierra un destino ya conocido para las heroínas y héroes del género; Sospechosos se atreve a otorgarles desenlaces fatídicos o simplemente intrascendentes, pero que exceden las peripecias de los films. De esa manera  podremos constatar cómo –por ejemplo- Laura Hunt (el papel interpretado por Gene Tierney en Laura) luego de ver frustrada su carrera como modelo y de pasar por matrimonios desastrosos decide terminar con su vida de manera trágica. Aquella vida ficcional que quedaba encerrada en los límites del cuadro hoy puede recrudecer con testimonios complementarios a partir del libro de Thomson.

Si, es verdad...Sospechosos parece ensayo pero es ficción, parece historia del cine pero es novela de intriga. ¿O es exactamente al revés? Porque eso que a simple vista se presenta como una entrega más de la narrativa policial negra, amaga constantemente con ser un gigantesco y personal corpus que habla más del gusto de un experimental novelista llamado David Thomson que de la historicidad del cine.


Reseña publicada originalmente en Revista HC nº 108

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