viernes, 14 de enero de 2011

ROMERO REEDITADO: sobre The Crazies



Por Eduardo D. Benítez


El siglo XXI parece ser una época de remakes, secuelas y sagas en continuum. Lo confirman la versión actual del hit ochentoso de la acción llamado Depredador, la precuela del animado monstruo verde en Shrek forever After y un sinfín de etcéteras. Y en camino de reposiciones, George Romero -el gran titiritero del cine de zombies- no iba a quedar relegado. El septuagenario director no sólo es homenajeado con una reversión por su maestría en edificar terror de bajo presupuesto, también la posición crítica de los avatares políticos de su país tienen que ver con la actualidad de su visión cinematográfica.

Al parecer los films de trama conspirativa parecen no agotarse nunca. Mucho menos cuando contienen rasgos de fuerte actualidad en historias donde la propagación de armas biológicas es el desencadenante de un relato cuasi apocalíptico. Por eso una remake de The Crazies (1973) de George Romero es posible hoy bajo la óptica del siglo XXI. Porque en materia de terrores globales, la coyuntura ayuda a sostener temáticas paranoicas. Sin embargo -con un mayor presupuesto que posibilitó una factura técnica más “profesional”- el film dirigido por Breck Eisner reactualiza al de George Romero de manera tímida, sin una clara intención de expandir hacia nuevos horizontes la historia original.

Un avión de carga se estrella en el pantano lindante a un pequeño pueblo derramando una gran cantidad de material biológico, que la milicia norteamericana tenía destinado a la acostumbrada tarea de propagar terror en zonas “enemigas”. El líquido se filtra en los tanques de agua de las casas del pueblo convirtiendo en potenciales asesinos a los moradores. A partir de esta situación el sheriff del lugar, luchará para huir junto a su mujer –no sólo de los nuevos zombies, sino también de un escuadrón de elite de las fuerzas armadas norteamericanas- y sobrevivir.

Por su semejanza argumental, no es difícil pensar en películas como Resident Evill o 28 días después. De hecho, The Crazies se inscribe en un historial de películas en las que ya ni siquiera se espera una mínima redención de las miserias del género humano. Tal vez esto quedaba confirmado en el final de El diario de los muertos del maestro Romero cuando se dejaba una pregunta repiqueteando en la memoria del espectador: “¿merecemos ser salvados?”. Aquí el efecto de zombificación que produce en las personas el químico derramado –convirtiéndolos en asesinos- sólo sirve de escusa para describir la manera en que los comportamientos humanos se evidencian ominosos en situaciones límites. Verdadera metáfora ético-política en clave micro, que atraviesa a todas las películas del género desde La noche de los muertos vivos hasta la fecha.

Reseña aparecida originalmente en Revista Godard (Perú) nº 25

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